"...Creo en todas las escusas.
Creo en todas las razones.
Creo en todas las alucinaciones.
Creo en todas las mitologías, recuerdos, mentiras, fantasías, evasiones.
Creo en el misterio y en la melancolía de una mano, en la gentileza de los árboles, en la sabiduría de la luz."
Creo (fragmento final. J. G. Ballard)

lunes, 21 de marzo de 2011

Ideas claras sobre la Segunda República.

Los inicios del nuevo régimen. La Constitución de 1931
Ambicioso intento de modernización política. Se produjo en un momento muy delicado para el parlamentarismo en toda Europa.

La proclamación de la Segunda República
14 de abril proclamación del nuevo régimen. Formación del Gobierno provisional.

La Constitución de 1931
Primacía del poder legislativo unicameral, sufragio general masculino (1933 votan las mujeres), estatutos de autonomía, derechos individuales y sociales, separación Iglesia-Estado.

El Bienio Reformista (1931-1933)
Dimisión de Alcalá-Zamora y Miguel Maura; salida del Gobierno de los ministros del Partido Radical.
Reformas:
Redistribución de la propiedad agraria.
Ley de Contratos de Trabajo, Ley de Jurados Mixtos, leyes de aplicación rural.
Reformas militares de Azaña y creación de un Estado independiente de la Iglesia.
Educación como derecho que el Estado debía garantizar. Misiones pedagógicas.
Estatuto de Cataluña (septiembre de 1932); Estatuto vasco (octubre de 1936);
Estatuto gallego (febrero de 1938).
El reagrupamiento de la derecha antiliberal: la Sanjurjada (1932). Grupos políticos:
fascistas, carlistas, monárquicos alfonsinos, derecha católica antiliberal (CEDA).
La ofensiva sindical e insurreccional de la CNT.
La crisis del Gobierno Azaña y las elecciones (1933).

El Bienio Radical-cedista (1933-1936)
Dificultad para formar gobiernos estables; división interna y escándalos
de corrupción de los radicales; freno a las medidas del bienio anterior; el desarrollo
autonómico cayó en el olvido; los intentos de emprender reformas originales
naufragaron.
El movimiento insurreccional contó con el apoyo de la Generalitat, del PCE
y de la CNT (en Asturias). Las consecuencias: reacción de la derecha antiliberal,
represión de las organizaciones obreras, acercamiento de posturas entre las fuerzas
de centro-izquierda.
Pacto del Frente Popular: plataforma electoral con un programa mínimo.

El Gobierno del Frente Popular (febrero-julio de 1936)
Gobiernos exclusivamente republicanos; restauración del programa del Bienio
Reformista; división interna de los socialistas; estrategia de unidad antifascista
del PCE; ofensiva sindical de la CNT y la UGT; incremento del terrorismo (pistoleros
falangistas y militantes de izquierda).

lunes, 14 de marzo de 2011

La Segunda República: la Constitución de 1931 y el bienio reformista

Tras el triunfo de los republicanos en las capitales de provincia, en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, Alfonso XIII marchó al exilio . El 14 de abril se proclamó la Segunda República española con gran entusiasmo general, sin violencia. Se formó un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, con personalidades de los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián, como Martínez Barrio y Alejandro Lerroux, Manuel Azaña, Casares Quiroga, Nicolau d`Olwer, Indalecio Prieto o Largo Caballero.

El 28 de junio de 1931 se convocaron elecciones generales a Cortes Constituyentes. Concurrieron muchos partidos. La izquierda obtuvo 279 escaños frente al centro (119) y la derecha (41). Los partidos de izquierda más votados fueron el PSOE y Acción Republicana -más tarde Izquierda Republicana- liderado por Manuel Azaña, un partido progresista de intelectuales y profesionales urbanos, partidario de modernizar y democratizar España con reformas efectuadas sin violencia.

Las Cortes Constituyentes elaboraron una nueva Constitución. Tras intensos debates fue aprobada en diciembre la Constitución de 1931. Definía a España como "una república democrática de trabajadores de todas clases que se organiza en régimen de libertad y justicia" y como un Estado único, pero con autonomía de las regiones; las Cortes unicamerales eran elegidas por sufragio universal (por primera vez con derecho a voto de la mujer). El Estado se declaraba laico, separándose Estado e Iglesia. Un gobierno de coalición republicano-socialista, presidido por Manuel Azaña, emprendió un programa de profundas reformas -Bienio reformista, 1931-1933- para solucionar los graves problemas heredados. La mala coyuntura económica internacional tras el Crac de 1929 y el afán de no aumentar la deuda del Estado hicieron fracasar parte de estas reformas por falta de medios:

- La reforma militar: Azaña trató de someter al ejército a la autoridad civil y aumentar su eficiencia reduciendo el excesivo numero de oficiales que podía pasar voluntariamente a la reserva con toda su paga. La falta de presupuesto impidió la modernización y creó malestar entre los oficiales. Se encargó del orden público a la Guardia de Asalto, adicta a la República.

- La reforma religiosa: se eliminaba la subvención al clero, la religión en las escuelas, se prohibía a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza, se reconocía el matrimonio civil y el divorcio y se disolvía la Compañía de Jesús. El gobierno no supo atajar la violencia anticlerical que estalló en mayo de 1931 en Madrid y otras ciudades. Muchos católicos identificaron República con ataque a Dios.

-La reforma educativa: la escuela primaria era obligatoria, gratuita, laica y mixta. Aumentó en un 50% el dinero destinado a educación, construyéndose más de 10.000 escuelas y se crearon 7000 puestos de maestros, mejor pagados. Misiones Pedagógicas llevó la cultura a regiones rurales atrasadas.

- La reforma regional: se concedió a Cataluña en 1932 el Estatuto de Autonomía: un Gobierno autónomo, la Generalitat, tenía competencias en cultura, obras públicas y orden público. Fue elegido presidente Françesc Macià. En el País Vasco el proyecto de Estatuto elaborado por el Partido Nacionalista Vasco y los carlistas, fue rechazado por tradicionalista y poco democrático. No habrá Estatuto de Autonomía hasta 1936, iniciada la guerra civil.

- La reforma agraria: en septiembre de 1932 se aprobó la Ley de Bases para la Reforma Agraria, con la oposición de la derecha. Se buscaba acabar con el latifundismo, el absentismo y la miseria de 2 millones de jornaleros. Se expropian sin indemnización las tierras a los Grandes de España y se declaran expropiables con indemnización los latifundios mal cultivados o sistemáticamente arrendados. Las tierras serían entregadas a los campesinos. Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA) para llevarla a cabo. El ritmo de la reforma fue muy lento y sus resultados escasos; los campesinos, decepcionados con la República, se inclinaron hacia el anarquismo revolucionario (Aragón y Andalacía, con los sucesos de Casas Viejas). Por otro lado los terratenientes se mostraron claramente hostiles.

El gobierno de Azaña dimitió. Las elecciones de noviembre de 1933 dieron el triunfo a las derechas; la CEDA de Gil Robles fue el partido más votado (115 escaños) y gobernó en coalición con el centrista Partido Radical de Lerroux (102 escaños). El bienio radical-cedista (1933-1936), también conocido como "bienio negro" fue un periodo muy inestable, donde se realizó una política contrarreformista.

La II República

Comentario de texto: Abdicación de Alfonso XIII (14 de abril de 1931). Inicio de la II República

Texto:
Abdicación de Alfonso XIII (14 de abril de 1931)
Las elecciones celebradas el domingo, me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas. Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo alguna vez, pero sé bien que nuestra patria se mostró siempre generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten; pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro, en fratricida guerra civil.

No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósitos acumulados por la Historia de cuya custodia me han de pedir un día cuenta rigurosa. Espero conocer la auténtica expresión de la conciencia colectiva. Mientras habla la nación suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real reconociéndola como única señora de sus destinos.
También quiero cumplir ahora el deber que me dicta el amor de la Patria. Pido a Dios que también como yo lo sientan y lo cumplan todos los españoles.-

Alfonso, Rey.

Preguntas:
1. Clasifique el texto, explicando: tipo de texto, circunstancias concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.
Nos hallamos ante una fuente primaria, un documento de carácter político, ya que se trata de un fragmento del Manifiesto de despedida del rey Alfonso XIII. La fecha es el 13 de abril de 1931, un día después de celebradas las elecciones municipales en que las candidaturas republicanas han resultado ganadoras en las principales ciudades españolas. Su autor es el rey Alfonso XIII, hijo y sucesor de Alfonso XII. Durante su minoría de edad ejerció la Regencia (1885-1902) su madre, Mª Cristina de Habsburgo. Su reinado personal transcurrió entre 1902 y 1931. El rey leyó el Manifiesto ante su Consejo de Ministros la tarde del 14 de abril antes de marchar al exilio; al día siguiente fue publicado en el periódico monárquico ABC y posteriormente en los principales periódicos del país para conocimiento de todos los españoles. Por tanto es un texto público, destinado a la difusión general. Es un texto subjetivo que el rey escribió con el propósito de dar a conocer al pueblo español las razones que le han llevado a tomar la decisión de marcharse: no contar con apoyo popular y evitar una guerra civil.

2. Indique y explique las ideas y resumen.
Ya en la primera línea, el rey hace referencia a las elecciones "celebradas el domingo"- o sea las municipales del 12 de abril- que le han demostrado que "ya no tengo el amor de mi pueblo". La verdad es que en el conjunto del país ganaron los concejales monárquicos, pero se interpretó que el voto republicano, ganador en las capitales y las grandes ciudades del país, era de mayor calidad que el del mundo rural por ser uno culto y libre mientras que el otro era inculto y caciquil. El rey reconoce errores -"sin duda erré yo alguna vez"- y admite que pudo equivocarse en sus decisiones - se refiere, sin decirlo, a su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera - pero trata de justificarse diciendo que actuó siempre con buena intención, "sin malicia", movido por su amor a España e intentando servirla, incluso en las "malas coyunturas".

Quizá estas coyunturas se refieran a las tres graves crisis en su reinado: la Semana Trágica, de 1909, la crisis de 1917 y el desastre de Annual en 1921. El monarca había actuado en las dos primeras defendiendo los intereses de la oligarquía dominante frente a las clases populares. La oposición republicana consideraba también responsable al rey del desastre de Annual, donde el caudillo rifeño Abd-el-Krim había derrotado al ejército colonial español, causando más de 13.000 muertos, un hecho que había conmocionado al país, en su mayoría contrario a una política colonial de prestigio.

Alfonso explica que, para evitar una fratricida guerra civil, tiene la intención de suspender el ejercicio de sus poderes, pero sin abdicar de sus derechos al trono, que considera depósito acumulado por la Historia, siguiendo la vieja doctrina canovista. Dice que marchará al exilio pero confía en volver cuando se celebren elecciones generales y se exprese la auténtica voz de la nación, que posee la soberanía -"única señora de sus destinos"-. Se puede observar en el texto el desánimo del rey ante la situación creada en España tras las elecciones municipales. Se encontraba solo, ya que intentó buscar apoyos pero todos le abandonaron, incluidos los militares; el general Sanjurjo le aconsejó que se marchara. Alfonso XIII no regresará de su exilio, muriendo en Roma (1941).

3. Responda a las siguientes cuestiones:
a) Exponga y desarrolle las causas que dieron lugar a la abdicación del Rey.
Alfonso XIII, de talante europeísta y moderno, inició su reinado entusiasmado e intentó llevar a cabo una política regeneracionista, modernizando el país desde arriba. Pero se encontró con muchos problemas heredados que no supo ni pudo resolver; pese al papel relevante que le otorgaba la Constitución de 1876, se mostró incapaz de realizar las profundas reformas necesarias para acabar con la división entre la España oficial y la real de la Restauración. Su reinado significó la crisis del sistema de la Restauración, iniciado por Canovas del Castillo durante el reinado de su padre Alfonso XII. Sus planes fracasaron por la crisis del turnismo político, el pesado dominio de la oligarquía y el caciquismo, que generaban un creciente malestar social, el aumento de la oposición republicana y por su intervencionismo desafortunado, como en el desastre de Annual (1921). Probablemente dice la verdad en el Manifiesto cuando afirma que actuó siempre con buena intención, incluso en su apoyo a la dictadura de Primo de Rivera, que trataba de salvar a la monarquía y los privilegios de la oligarquía dominante; era una solución autoritaria de moda por entonces en otras partes de Europa y que fue muy bien acogida al principio por el pueblo español, que estaba harto de desórdenes. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-30) había sido incapaz de solucionar los graves problemas que aquejaban a España, por lo que el dictador presentó su dimisión el 28 de enero de 1930, pero arrastró en su caída a la monarquía de Alfonso XIII, que se había desprestigiado por apoyarle.

El rey confió al general Berenguer la tarea de restablecer la normalidad constitucional de 1876, como si no hubiera pasado nada, pero la excesiva lentitud de sus medidas le atrajeron críticas, tachándose al periodo de "dictablanda". La oposición (republicanos, socialistas, nacionalistas catalanes y gallegos) firmó el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930) para acabar con la monarquía. El 12 de diciembre fracasó un pronunciamiento militar en La Granja. Berenguer dimitió, formándose en enero de 1931 un Gobierno monárquico de concentración dirigido por el almirante Aznar, que anunció la convocatoria de elecciones, primero municipales y luego a Cortes Constituyentes. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 triunfaron los republicanos en las principales ciudades -aunque en el conjunto del país lo hicieron los monárquicos- y se hundió el régimen de la Restauración.

b) Caracterice la nueva etapa política que inicia España tras la abdicación real.
El 14 de abril se proclamó la II República, en medio del entusiasmo y la alegría populares. Se formó un Gobierno Provisional, presidido por Alcalá Zamora y formado por los partidos del Pacto de San Sebastián, que convocó elecciones generales a Cortes Constituyentes que se celebraron el 28 de junio de 1931 por sufragio universal. En ellas los partidos republicanos - el Partido Radical de Lerroux y Acción Republicana, más tarde Izquierda Republicana, liderado por Azaña- y el PSOE obtuvieron la mayoría de los escaños. Esta mayoría de izquierdas formó un gobierno presidido por Azaña, con Alcalá Zamora como presidente de la República. Las Cortes iniciaron sus sesiones el 14 de julio, presididas por el socialista Julián Besteiro, y promulgaron en diciembre la nueva Constitución de 1931, que establecía un Estado democrático y laico, con sufragio universal, por primera vez con incluídas las mujeres, y con amplios derechos y libertades. El gobierno progresista pretendía modernizar al país con reformas pacíficas y llevará a cabo múltiples reformas en dos años (bienio reformista, 1931-33): militar, autonómica, educativa, agraria... Pero desde el principio tuvo la oposición de la oligarquía terrateniente, la Iglesia y el ejército, los sectores más conservadores del país que estaban molestos con las reformas que atentaban contra sus intereses. Conseguirán detenerlas al acceder al poder de 1933-36 (bienio radical-cedista). Se continuarán al triunfar en las elecciones el Frente Popular (febrero de 1936), pero serán definitivamente paralizadas por el golpe militar de 18 de julio y el estallido de la guerra civil.

lunes, 7 de marzo de 2011

Texto: Diario personal de Alfonso XIII (1902)





"Yo puedo ser un rey que se llene de gloria regenerando la patria; cuyo nombre pase a la Historia como recuerdo imperecedero de su reinado; pero también puedo ser un rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros, y, por fin, puesto en la frontera (...). Yo espero reinar en España como Rey justo. Espero, al mismo tiempo, regenerar a la patria, y hacerla, si no poderosa, al menos buscada, o sea, que la busquen como aliada. Si Dios quiere, para bien de España".

Alfonso XIII (1902)



Contesta a las siguientes cuestiones:
1. Explica las principales ideas que aparecen en el texto.
2. Relaciona el texto con el movimiento conocido como "regeneracionismo".
3. Explica las prerrogativas del rey según la Constitución de 1876.
4. ¿Fue Alfonso XIII un monarca que se implicó activamente en la política? Razona tu respuesta.

jueves, 3 de marzo de 2011

La crisis del sistema canovista y la dictadura de Primo de Rivera.

El inicio del siglo XX está claramente marcado por la crisis política, económica y social generada en España tras el desastre del 98 con la pérdida de los territorios de ultramar americanos y asiáticos. El acceso al trono de Alfonso XIII en 1902 acabó con la larga regencia de María Cristina, viuda de Alfonso XII, y supuso el reforzamiento del papel de la monarquía en la política, en un momento clave en la vida del país. Como consecuencia de la crisis finisecular, aparece lo que se ha dado en llamar "regeneracionismo", movimiento transversal que irrumpe en la política con la intención de acabar con las prácticas políticas desarrolladas durante la Restauración y situar a España cerca de los estados más modernos del momento.


A la altura de los años veinte, el régimen de la Restauración toca fondo. La oposición al sistema del turno es cada vez mayor, incluso desde aquellos que participan en el mismo. En la búsqueda de soluciones, el propio monarca llega a aceptar el golpe del general Primo de Rivera, de septiembre de 1923, que es visto por grandes capas de la sociedad como un intento más de regenerar el país y sacarlo de la profunda crisis en la que se encuentra. El proyecto del general se concretó en una serie de principios: acabar con el caciquismo, recuperar el órden público deteriorado, implantar una política de nacionalismo económico y solucionar el problema de Marruecos, e implantar un único partido político (Unión Patriótica) para acabar con la confrontación.

Uno de los objetivos fundamentales del dictador era conseguir el final del caciquismo. Para ello disolvió todos los Ayuntamientos y las Diputaciones Provinciales, siendo sustituidos por las Juntas Municipales a las que se incorporaron vocales designados por sorteo entre los mayores contribuyentes. (...) La política económica de la Dictadura se basó en un fuerte proteccionismo, el fomento de la producción nacional, la recuperación de sectores económicos que estuvieran en manos de capital extranjero y un decidido intervencionismo. (...)

Cuando el dictador perdió la confianza de Alfonso XIII, en enero de 1930, pocos apoyos le quedaban. Ni sus compañeros de armas, ni la burguesía, ni los intelectuales, ni la clase obrera, ni los sectores políticos que le sustentaron estaban ya junto a él. Sólo los miembros de la Unión Patriótica seguían confiando en el general. Tras la etapa primorriverista y los gobiernos de los generales Berenguer y Aznar, comienza, tras las elecciones celebradas el 12 de abril de 1931, la segunda experiencia republicana en la Historia de España.


Meco. Un siglo en la memoria de nuestras gentes. Vicente Camarena y Jesús González.

martes, 1 de marzo de 2011

Fundación del PSOE (1879)


El Partido Socialista Obrero Español se fundó en Madrid el 2 de mayo de 1879, constituyendo uno de los partidos obreros más antiguos de Europa (sólo superado por el Partido Socialdemócrata de Alemania, cuyos antecedentes se remontan al año 1863), por el tipógrafo ferrolano Pablo Iglesias. Desde sus inicios, aspiraba a agrupar al proletariado industrial español bajo la ideología marxista. No obstante, su implementación fue muy irregular: sus principales núcleos se desarrollaron en Madrid, Asturias y el País Vasco, disponiendo de poca presencia en Cataluña, el mayor foco industrial de España.

El PSOE celebró su primer congreso en Barcelona en 1888, aunque no logró representación parlamentaria hasta el 8 de mayo de 1910, cuando la Conjunción Republicano-Socialista permitió a Pablo Iglesias obtener 40.899 sufragios y el acta de diputado a Cortes. Fue reelegido en 1914, en vísperas del asesinato de Jean Jaurés, con 21.956 sufragios, esta vez presentándose por Oviedo. El 9 de abril de 1916 repitió escaño con 18.054 sufragios. Durante agosto de 1917, y tras la crisis española de 1917, los miembros del comité de huelga, entre los que destacaban los futuros líderes socialistas Francisco Largo Caballero y Julián Besteiro acompañaron a Pablo Iglesias en sus últimos años de vida. Debido al papel activo que tuvieron durante la huelga general de 1917, fueron detenidos, juzgados y encarcelados con una condena a cadena perpetua, aunque eso no impidió que en las elecciones generales españolas de febrero de 1918 todos fueran elegidos diputados.

En el año 1919 Pablo Iglesias cesó parcialmente de sus obligaciones políticas a causa de una pulmonía y una salud cada vez más resentida. El 9 de diciembre de 1925 falleció en Madrid y su cadáver fue embalsamado y expuesto en la Capilla de la Casa del Pueblo de Madrid. Unos 150.000 ciudadanos acudieron a su funeral.